EL DIA CON JESUS
¡Jesús mío, de todo corazón, yo me uno a Vos!
(300 días
de indulgencia).
Padre Santo, por el Corazón Inmaculado de María
Os ofrezco a Jesús, Vuestro Hijo muy amado,
y me ofrezco yo mismo en Él, con Él y por Él, a todas
sus intenciones y en nombre de todas las criaturas.
(300 días
de indulgencia cada vez y una plenaria al mes)
(Pío XI, 10 Junio, 1923).
NUESTRA UNION CON JESUS
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Formamos
con Jesucristo un cuerpo místico: Jesús es la cabeza y nosotros somos los
miembros. La unión de vida y de acción, que existe entre aquella y éstos en el
cuerpo humano, debe existir también entre Jesucristo y nosotros. Sin esta unión
no puede haber vida sobrenatural, ni fecundidad para el cielo. “Sin mí (ha
dicho Nuestro Señor) nada podéis hacer”. Es preciso, por lo tanto, ordenar
prácticamente nuestra vida diaria a fin de poder percibir la influencia vital y
fecunda de Jesús. Este es el fin único de las fórmulas siguientes:
PROGRAMA GENERAL
1.Quiero poseer a Jesús y esto me
basta.
2.Las reglas para el orden del día
serán: hacia Jesús, con Jesús y como Jesús.
3.Realizándolas con fe y amor
cumpliré con la mayor perfección todos mis deberes.
I.- Al despertarme.
1.Jesús mío, yo os doy gracias por
haberme conservado durante esta noche, dejándome vivir hoy todavía.
2. Jesús
mío, os ofrezco cuanto soy, cuanto tengo y cuanto haga en este día.
3. Jesús
mío, servíos de mí durante el día de hoy, para continuar vuestra vida sobre la
tierra.
4. Jesús
mío, quiero trabajar unido a Vos, a fin de realizar todos los designios que
tenéis sobre mí en este día.
5.Jesús
mío, yo acepto por adelantado todo cuanto sea de vuestro agrado enviarme y
pedirme en el día de hoy.
II.- Recogerme de vez en cuando para preguntar a Jesús.
1. Jesús mío, ¿qué pensaríais, qué
diríais, que haríais Vos en mi lugar, en esta circunstancia?
2. Jesús mío, en este momento ¿estáis
contento de mí?
III.- En presencia de una dificultad.
1. Jesús mío, inspiradme ¿qué queréis
que haga?
IV.- Antes de una acción.
1. Jesús mío, yo no quiero hacer nada
sin Vos, haced conmigo lo que voy a hacer.
V. Después de una acción.
1.
Jesús mío, reparad lo que yo haya hecho mal.
2.
Jesús mío, añadid lo que falte a esto que acabo de hacer.
VI. Después de cometer una falta o
de una negligencia.
1. Jesús mío, perdonadme la pena que
acabo de causaros.
2. Jesús mío, yo os prometo aprovechar
la primera ocasión que se presente para agradaros.
VII.- Cuando sufra o tenga alguna
pena.
1. Jesús mío, acepto este sufrimiento,
uniéndolo a los vuestros a fin de completar lo que falta a vuestra Pasión.
2. Jesús mío, sed mi Cirineo;
concededme la gracia de ser el vuestro; llevemos juntos nuestra cruz.
VIII. Antes de dormir.
1. Jesús mío, perdonadme y reparad
todo el mal que haya hecho hoy.
2. Jesús mío, purificad y borrad de mi
alma todo cuanto la haya manchado en el día de hoy.
3. Jesús mío, suplid por mí todo el
bien que yo haya debido hacer y no lo haya hecho en este día.
4. Jesús mío, os doy gracias por todo
cuanto habéis hecho en mí y por mí en este día.
5. Jesús mío, en vuestras manos encomiendo
mi alma.
6. Jesús mío, Vos sois mi amor y mi todo.
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Unámonos a todas las Misas que se
celebran actualmente en todo el mundo.
Trescientas cincuenta mil Misas
cada día y cuatro elevaciones por segundo.
P. M. SULAMITIS.