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Decía
San Bernardo que “nada reporta tanto provecho al alma como el pensar con
frecuencia en María”.
¡Qué
provechoso sería para las almas adquirir la santa costumbre de hacerlo todo en
María, con María y como María!...
María
es nuestra mediadora para ir a Jesucristo-Rey… Es nuestra Reina… Reina de la
santa Iglesia.
Por
ella y en ella seremos verdaderamente, como ella y con ella, “siervos del
Señor”.
Es
además nuestra Madre, que quiere hacernos vivir de la vida de Jesús…
Digámosle
a menudo: “¡Oh María, Virgen inmaculada, puesto que Vos sois la llamada a
atraer a la gracia y a la gloria a todos los escogidos de Dios, dignaos
recibirme en vuestro corazón maternal y formarme en Vos, a fin de hacerme
semejante a Jesús.
Al despertar. – María, madre mía, yo me
ofrezco a Vos para hacer en Vos y para que Vos hagáis en mí durante este día lo
que más pueda agradar a Jesús.
Enseñadme
a decir Fiat a todo lo que su Corazón
quiera enviarme.
Corazón
inmaculado de María, nuestra Reina y nuestra Madre, yo me entrego a Vos,
renuncio a todo lo que es mío y acepto y quiero todo lo que es vuestro. ¡Fiat!... ¡Oh Jesús, me uno a Vos con
todo mi corazón!...
Examen. – Contemplar a María para ver en
ella la virtud que debemos especialmente practicar, o el defecto que hemos de
combatir para imitarla mejor… y quitar lo que en nosotros más se opone al Fiat de amor.
En la Santa Misa. – Asistir a ella con
María al pie de la Cruz. Con ella y en ella decir con amor y agradecimiento el Fiat en el sacrificio augusto de Jesús,
uniendo a Él nuestro Fiat de todo el
día.
¡Padre
Santo! Por el Corazón inmaculado de María os ofrezco a Jesús vuestro Hijo muy
amado, y me ofrezco a mí mismo en Él, con Él y por Él a todas sus intenciones y
en nombre de todas las criaturas.
Fiat. - ¡Oh Jesús, me uno a Vos con todo
mi corazón!...
(300 días de indulgencia cada vez).
En la Comunión. – Madre mía, dignaos
preparar mi corazón… dadme a vuestro Jesús y recibidle Vos misma en mí…
Hacer
la acción de gracias con María tomando de ella su voluntad sumisa y sus
disposiciones… Permanecer todo durante todo el día en un recogimiento íntimo.
Fiat… ¡Oh Jesús, me uno a Vos con todo
mi corazón!...
Ante un sufrimiento. – Imitar las
disposiciones de María: ella permanecía en unión con Jesús.
Fiat… ¡Oh Jesús, me uno a Vos con todo
mi corazón!...
Antes de la oración. – Imitar las
disposiciones de la Santísima Virgen: ella miraba a Jesús uniéndose a Él y a
todas las peticiones del “Padre nuestro…” que resumían todos los deseos de su
alma…
Fiat… ¡Oh Jesús, me uno a Vos con todo
mi corazón!...
Antes de una obra. – Imitar las
disposiciones de María: que no buscaba ni quería, como Jesús, sino la voluntad
del Padre.
Fiat… ¡Oh Jesús, me uno a Vos con todo
mi corazón!...
Después de una obra. – Madre mía, a Vos
la abandono, recogedla por mí…
Fiat… Yo quiero ser cada vez más de
Jesús.
Antes de comer. – Imitar las
disposiciones de María: ella miraba a Jesús, se unía a Él… recibía con acciones
de gracias lo que Él servía… dejando siempre lugar a la mortificación…
Fiat… gracias… ¡Oh Jesús, me uno a Vos
con todo mi corazón!...
Después de una falta. – Recurrir a
María… pedirle su horror al pecado… una gran contrición de amor… fuerzas para
no volver a caer…
Madre
mía, alcanzadme el perdón de vuestro Jesús… reparad por mí… Por Vos me doy a Él
más que nunca.
Aceptar
en el Fiat todo lo que Cristo-Rey
quiera para nosotros…
¡Perdón!
¡Yo os amo!... ¡Oh Jesús, me uno a Vos con todo mi corazón!...
Antes de dormirse. – Imitar las
disposiciones de María: Ella se unía íntimamente a su Jesús y con Él abandonaba
su alma en las manos del Padre…
Fiat… ¡Perdón, gracias!... ¡Oh Jesús, me uno a Vos con todo mi corazón!...
Fiat… ¡Perdón, gracias!... ¡Oh Jesús, me uno a Vos con todo mi corazón!...
¡Oh
JESUS, Sacerdote HOSTIA! por MARIA me ofrezco a Vos… Tengo hambre de Vos… me
uno a Vos… ¡Hacednos Uno en Vos!
P. M. SULAMITIS.