¡A JESÚS POR MARÍA!
(Mensaje del Amor Misericordioso)
"Y vosotras todas, almas elegidas que habéis oído aquel
divino llamamiento: sígueme[1],
acércate, entra en mi casa[2]
conmigo… permanece en Mí y en mi amor[3]…
si la voluntad divina no os pide o exige la separación absoluta del mundo…
mirad a María y aun estando en contacto con el mundo, no seáis del mundo[4].
Se puede ser del mundo y no ser del mundo, cualquiera que sea vuestro régimen
de vida. Son del mundo las almas que tienen su espíritu y siguen sus máximas…,
y no son del mundo las que desprecian sus máximas y siguen las de Jesucristo…"