¡YO SOY EL AMOR
MISERICORDIOSO!
Esta imagen recordará a
las almas piadosas que "Aquel" a quien reciben en la
Eucaristía y que se ofrece en el Altar es el mismo que se
inmoló por todas las almas en la Cruz y que nos descubrió su Corazón.
En ella aparecen reunidas las mayores manifestaciones del Amor Misericordioso:
su Cruz, su Hostia, su Corazón, los Santos Evangelios.
* * *
"Hay que orar mucho, para el cumplimiento de mi
voluntad y para la gloria de mi Amor Misericordioso. Orar para que las almas
comprendan bien lo que yo deseo, que es darme a conocer en la verdad de mi
caridad infinita, en mi Amor Misericordioso, hacerme conocer como tal sobre la
Cruz, en mi Hostia, en mi Evangelio, y todo esto por mi Corazón, que quiero yo
descubrir en estas diversas manifestaciones de mi amor".
"Lo que parece obstáculo, es medio para mi plan divino.
Yo dispongo todas las cosas a esta hora para el bien. Tened fe en Mí, y en las
horas más sombrías, en los días de tormenta, esperad siempre, esperad contra
toda esperanza; no puede ser que destruyan lo que es la misma esencia de la
Religión, tanto más que lo que os pido no es tal o cual cosa externa, sino que
hagáis conocer a las almas mi Amor Misericordioso por el Evangelio… en la
Hostia y sobre la Cruz".
"Lo que deseo es que se enseñe a las almas a leer
en todas partes mi misericordioso amor, que se les enseñe a guardar mi palabra…
a amarse unos a otros…"
"Muchos de vosotros no sabéis hacer uso de las
imágenes. ¡Cuántos se conmueven simplemente de lo que impresiona sus sentidos,
y no van más allá! Yo quisiera que estas imágenes devotas os sirvan de puerta
para hacer vibrar vuestros corazones, y haceros luego producir los actos que mi
amor espera. [...] y pueda yo así descubrirme a las almas en la
verdad, tanto como es posible. [...]"
"Cuando miráis con los ojos del cuerpo, abrid los de
vuestra alma, y pedid al Espíritu Santo ilumine vuestra inteligencia, mueva
vuestro corazón e inflame vuestra voluntad en divinos ardores".
"Y
sentiréis entonces un deseo inmenso de uniros cada vez más a Aquel cuya imagen
contempláis, y vuestro espíritu, vuestro corazón, vuestra voluntad, se volverán
irresistiblemente hacia el Sagrario donde yo realmente moro, hacia el altar
donde yo me ofrezco. Únete a Mí… ofrécete a Mí y Conmigo; para esto soporta lo
que yo te envío en aquella hora, dame tu parte de sacrificio. Inmolémonos
juntos; así es como el amor se prueba… y para que tu holocausto sea más
agradable a mis ojos y lo pueda yo recibir para gloria mía, vive en la caridad.
Sé todo caridad, para agradarme y para observar mi sagrado Mandamiento".